Nunca debemos olvidar que el objetivo principal en ajedrez es dar jaque mate. De nada nos sirve haber obtenido las piezas del oponente si luego el juego acaba en tablas (empate) o perdiendo. Teniendo este objetivo en mente si que es cierto que no todas las piezas tienen el mismo valor. Por ejemplo, no podemos poner en el mismo valor un caballo y un peón.
De acuerdo con Illescas (2021), el valor de cada pieza es relativo y dependerá de la acción que se esté desarrollando en cada momento. Así, por ejemplo, no es lo mismo el valor de un peón que no se ha movido de su casilla inicial todavía que el valor de ese mismo peón en el centro del tablero (lugar estratégico del juego). Sin embargo, es cierto que se necesita una guía comparativa que nos permita entender la importancia de algunas piezas, así como valorar si un posible cambio de material resulta conveniente.
Pero como se ha dicho anteriormente, el valor de las piezas es relativo y dependerá del contexto que valgan más o menos:
- La pareja de alfiles vale mucho más que dos alfiles por separado, ya que un alfil cubre las carencia del otro.
- El caballo es una pieza peligrosa en el cuerpo a cuerpo, pero pierde mucha efectividad en el rincón o en los laterales. Además, son lentos para travesías largas. Entonces, el valor de los caballos baja cuando hay muchas columnas y diagonales abiertas que favorezcan el juego de torres y alfiles.
- A medida que avanzan los peones por el tablero, estos son mucho más valiosos ya que son los únicos que pueden coronar.
Fuente bibliográfica
- Illescas, M. (2021). Aprende ajedrez con Miguel Illescas. RBA.
Jacob Sierra Díaz
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