En el siglo XVIII dos astrónomos enunciaron una fórmula matemática que indicaba la separación de los planetas del Sistema Solar en Unidades Astronómicas (UAs) respecto del Sol.
Esta ley, llamada ley de Titius-Bode en honor a los astrónomos que la establecieron, consiste en hacer una serie matemática que empieza con los números 0 - 3, y continúa multiplicando el último número de la serie por dos. Es decir, se debe doblar (multiplicar por dos) el último número resultado de la operación anterior:
0 --- 3 --- (x2) --- 6 --- (x2) --- 12 --- (x2) --- 24 --- (x2) --- 48 --- (x2) --- 96 --- (x2) --- etc
A continuación, sumamos cuatro a cada cantidad:
4 --- 7 --- 10 --- 16 --- 28 --- 52 --- 100 --- etc
Bien, ahora lo que hacemos es dividir entre 10 cada cantidad (recorremos la coma a la izquierda).
0,4 --- 0,7 --- 1 --- 1,6 --- 2,8 --- 5,2 --- 10 --- etc
Estas primeras cifras de la serie nos permite saber el alejamiento de cada planeta con respecto al Sol expresado en Unidades Astronómicas (UAs). No olvidemos que no dejan de ser distancias aproximadas obtenidas del siglo XVIII. Así:
- Mercurio: 0,4 UAs aproximadamente [0,38 UAs en realidad]
- Venus: 0,7 UAs aproximadamente [0,72 UAs en realidad]
- Marte: 1,6 UAs aproximadamente [1,52 UAs en realidad]
- Júpiter: 5,2 UAs aproximadamente [5,20 UAs en realidad]
- Saturno: 10 UAs aproximadamente [9,54 UAs en realidad]
¿Y qué pasa con el número 2,8? Es cierto que a 2,8 UAs no se ha localizado ningún planeta. Sin embargo, en 1801, después de la publicación de esta ley, Giuseppe Piazzi descubrió Ceres (planeta enano entre las órbitas de Marte y Júpiter).
Más tarde, el descubrimiento de Urano no hizo más que reforzar esta ley. Este planeta azulado está a 19,2 UAs, lo que según la ley Titius-Bode lo pone a 19,6 UAs (siguiendo la serie tras el 100).
Todo parecía que se había hallado la clave (o la ley) para seguir descubriendo las distancias de futuros planetas. Sin embargo, según Henarejos (2009), lo que empezó siendo una ley, acabó siendo una anécdota histórico-científica. Esto es debido a que con el descubrimiento de Neptuno y Plutón las distancias de la serie no se cumplían en absoluto, y por lo tanto ya no valía (o no era tan buena como se creía).
No obstante es un buen recurso que hoy en día podemos usar para hallar la distancia de una manera matemática y lógica de los primeros planetas (empezando por el Sol) y otros astros (i.e., Ceres) del Sistema Solar... ¡Los cuales son la gran mayoría!.
Fuente bibliográfica
- Henarejos, P. (2009). Observación del Cielo: guías de bolsillo. Madrid: TIKAL ediciones. [ISBN: 978-84-305-5889-6 (254 páginas)].
Jacob Sierra Díaz y Altair
Sección de Ciencias del Universo