Varios grupos de investigación están buscando un nuevo planeta más allá de la órbita de Neptuno: un hipotético planeta que "merodea" en una nube de rocas de hielo denominado Noveno Planeta. En un artículo publicado en The Astronomical Journal por Batygin y Brown (2016; Evidence for a distant giant planet in the Solar System), se han analizado evidencias de la existencia del Noveno Planeta desde el Atacama Cosmology Telescope (ACT; Chile) cubriendo el 87% del cielo visible del Hemisferio Sur.
En concreto, se identificaron alrededor de 3.000 candidatos al Planeta Nueve, ubicados entre 400 y 800 unidades astronómicas [esto significa entre 400 y 800 veces la distancia entre el Sol y la Tierra]. Sin embargo, el estudio descartó a todos los astros candidatos. No obstante, esto no refuta la teoría del Noveno Planeta, ya que el estudio simplemente cubrió alrededor de un 15% las posibles posiciones de dicho planeta en el cielo. Realmente lo que este estudio ha conseguido es ir "estrechando el cerco" al planeta.
Lo que impulsaron a Batygin y Brown (2016) en el estudio de este hecho es cuando se dieron cuenta que había seis cuerpos rocosos más allá de la órbita de Neptuno que estaban agrupados de una manera muy extraña (con los puntos más distantes de sus órbitas localizadas más lejos del Sol que el punto más cerca de sus órbitas). Así, los investigadores hipotetizaron que la fuerza gravitacional de un posible planeta de entre cinco a diez veces la fuerza de la Tierra podría explicar la excentricidad de las órbitas de estas seis rocas. Sin embargo, muchos investigadores han tratado de encontrar al Noveno Planeta, representado artísticamente arriba, sin mucho éxito.
Uno de los mayores problemas en la búsqueda de dicho planeta es la distancia a la que se hallaría. Specktor (2022; Planet Nine is still missing) señala que mientras que Plutón se ubica entre 30 y 50 Unidades Astronómicas, el Noveno Planeta estaría a más de 400 Unidades Astronómicas. Esto es una distancia tan grande que incluso los rayos solares podrían no llegar a este (y, por lo tanto, ser invisible). Por este motivo, las nuevas tecnologías ofrecerán otras formas de ver nuestro Universo. Por ejemplo, los investigadores del planeta creen que con ondas milimétricas (ondas de radio cortas que están próximas a la radiación infraroja) se podría detectar finalmente a nuestro hipotético planeta. De hecho, en Atacama ya se está construyendo el que podrá ser el telescopio que haga el hallazgo: el Simons Observatory. Veremos si dentro de poco podremos escribir un capítulo más en la historia del Universo.
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