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domingo, 18 de junio de 2017

El árbol de las Matemáticas

Podríamos considerar a las Matemáticas como un gran árbol con muchas ramas. Lo cierto es que, nos guste más o menos, estas ramas están presentes en nuestro día a día. Necesitamos hojas de una o varias ramas de este gran árbol para ir a comprar el pan, interpretar las estadísticas de un partido de fútbol o incluso construir y diseñar una aplicación o un videojuego. Todos, en mayor o menor medida, estamos debajo de la sombra de este gran árbol.



Vamos a analizar detenidamente este árbol de arriba a abajo.  Vamos a empezar por la tierra en la que se sustenta. Si nos damos cuenta, las raíces del árbol son los números. En efecto, todo este árbol emplea los números para obtener conclusiones. Esto hace al árbol que crezca de manera perfecta, entendiendo esa perfección como algo objetivo y demostrable cuantitativamente.

Arriba de la tierra, encontramos a la Lógica, como esa disciplina que proporciona la base del pensamiento matemático y con la que se construyen los axiomas, las leyes y los teoremas matemáticos. A continuación, encontramos el tronco del árbol. Se trata de un tronco muy ancho en el que se necesita muchas personas (millones tal vez) para rodearlo. Este tronco, que da nombre a todo el árbol lo llamaremos Matemáticas.

Siguiendo más arriba vemos que el tronco tiene muchas ramas. Las ramas más importantes, que a su vez se dividen en otras ramas, son la Aritmética (números), el Álgebra (cantidades), el Análisis, el Cálculo (funciones), los Conjuntos, la Geometría, la Probabilidad o la Estadística por mencionar a algunas. La diferencia de este árbol con respecto a otros que encontramos paseando por el bosque es que si a este árbol le cortamos una rama, el árbol no puede crecer y se muere. Por ejemplo, si cortásemos la Aritmética, la rama del Álgebra o los Conjuntos no tendrían sentido, se morirían. Y por consiguiente, se moriría todo el árbol. A pesar de que sea un árbol muy amplio, todas sus ramas y todas sus hojas son necesarias para su desarrollo, sin excepción.

¿Y las Letras? ¿Y las palabras? ¿Y los párrafos? ¿Acaso no son necesarios en este árbol? Si bien las palabras, los textos, los párrafos no forman parte de este árbol, es el agua para que el árbol siga vivo. Porque, ¿cómo explicar un axioma o un concepto estadístico sin usar las palabras?

Pero si agudizamos la vista, veremos que hay una rama muy gruesa que se extiende hacia un lado casi de manera infinita: se trata de la Matemática Aplicada y que curiosamente está en contacto con otros árboles de nuestro bosque tan particular: vemos el árbol de la Física, el árbol de la Biología, el árbol de la Astronomía y un largo etcétera. Es tan amplio ese conjunto de árboles que se nutren de esta rama de la matemática que es preferible buscarles un nombre genérico: los árboles de la Ciencia. En definitiva, la Matemática Aplicada es toda aquella matemática que se debe aplicar no solo al resto de áreas científicas, sino también en todos los aspectos de nuestra vida: Teatro, Economía, Literatura... Es debajo de esta rama donde solemos estar.


Esperemos que esta pequeña historieta te haya ayudado a comprender qué son realmente las Matemáticas. Más allá de una asignatura del colegio o instituto, es un árbol vivo e infinito del cual hemos podido crecer como civilización hasta el punto de poder salir de nuestro planeta a conquistar otros mundo y, quien sabe, a compartir nuestro conocimiento con otras civilizaciones.


Jacob Sierra Díaz