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domingo, 4 de septiembre de 2022

Datos básicos del Sol

Cuando observamos al Sol (tomando las precauciones ópticas oportunas), lo que realmente vemos es la fotosfera (Rigutti, 2004). Para contemplar las capas más externas del Sol como son la cromosfera y la corona necesitaremos de instrumentos ópticos avanzados.


Pero la fotosfera no es uniformemente brillante. En condiciones normales podremos observar una granulación. Con el equipo debidamente configurado (basta con unos prismáticos) podremos apreciar las famosas manchas solares (oscuras) y fáculas (brillantes). Gracias a la observación diaria de las manchas solares, podremos apreciar la velocidad de rotación del Sol, siendo esta más elevada en el ecuador. 


La actividad solar tiene un ciclo aproximado de 11 años. La cantidad de las manchas solares es un buen índice para medir la actividad solar: cuando la actividad es mínima, habrá menos manchas y cuando se alcanza un periodo elevado de actividad, las manchas pueden multiplicarse significativamente.


La actividad solar, sobretodo en los momentos de máxima actividad, puede ocasionar fenómenos bellos como las auroras polares o incidentes no tan buenos como interferencias en la propagación de las señales de radio de nuestro planeta.

Gracias a la alineación del Sol, Luna y Tierra se producen los denominados eclipses; los cuales, según su naturaleza, pueden ser parciales o totales. En los eclipses solares es posible apreciar la corona solar. Se ha calculado que el máximo número de eclipses en un año es aproximadamente siete y el mínimo son dos.


A continuación, se refleja una tabla con los datos solares más importantes:



Fuente bibliográfica

  • Rigutti, M. (2004). Atlas del cielo. Susaeta: pequeñas joyas.

Jacob Sierra Díaz y Altair
Sección de Ciencias del Universo

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