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sábado, 17 de junio de 2023

Una máquina para contar la radiación ionizante

¿Sabías que las Matemáticas nos ayudan a saber si estamos en un lugar radiactivo que puede ser peligroso? A las catástrofes nucleares les sigue un sonido muy característico de un aparato que precisamente cuantifica la presencia de radiación ionizante llamado contador Geiger-Müller, en honor a sus inventores Hans Geiger y Walter Müller (alumno de doctorado de Geiger que le ayudó a perfeccionar el tubo en 1928).


Un contador Geiger-Müller tiene en su interior un tubo lleno de un tipo de gas inerte a baja presión aproximadamente a 0,1 atmósferas. Además, en el centro del tubo se ubica un alambre o electrodo con un voltaje eléctrico. Como su propio nombre indica, el contador Geiger-Müller cuenta la presencia de radiación ionizante que ha pasado por el tubo.

En esencia, el funcionamiento de este dispositivo es relativamente sencillo. Cuando los iones que produce una fuente de radiación ionizante atraviesan el tubo del detector, son acelerados por el campo eléctrico producido por el electrodo del interior, generando un pulso de corriente que se transforma en el chasquido que oímos. Los contadores modernos convierten la cantidad de pulsos (de ahí su nombre de contador, ya que cuenta pulsos eléctricos) que recibe el tubo en una medida y los "traduce" a unidades mejor conocidas y útiles para las personas como la dosis equivalente, en la que la unidad de medida en el Sistema Internacional es el Sievert (Sv)


En el esquema de la derecha, podremos apreciar un tubo Geiger-Müller. En el momento en que la radiación "entra" en el tubo, el ion golpea las moléculas de gas del tubo, separando los electrones de los átomos (proceso que recibe el nombre de ionización). Entonces, el electrón separado será atraído por la carga efectiva del ánodo y el resto del átomo (ion con carga positiva) es lanzado hacia la pared del tubo. Además, cuando se enciende el aparato, hay un voltaje muy alto dentro del tubo que hace que se ionice el interior, proporcionando una alta sensibilidad a la radiación entrante, ya que esto provocará el pulso eléctrico que es el que se oye en forma de chasquido. Finalmente, el firmware  permite convertir el conteo de pulsos en otras unidades.


Jacob Sierra Díaz y Altair

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