Los prismáticos pueden llegar a ser un buen instrumento para comenzar a observar noches estrelladas. De hecho, no son pocos los manuales que recomiendan su uso cuando se está comenzando. Hoy veremos algunas de las aplicaciones que los prismáticos tienen para la observación astronómica y unos pequeños consejos antes de adquirir unos. Antes de adquirir cualquier tipo de instrumental para observar el cielo, se recomienda realizar una pequeña investigación o consulta que pueda relevar la utilidad de usar un modelo u otro en función de lo que queramos observar.
¿Por qué usar unos prismáticos?
Existen cuatro motivos principales por los que decantarse a usar unos prismáticos durante las primeras observaciones.
- Poseen una gran luminosidad. Su campo de salida oscila entre 4 y 7 milímetros.
- Cuentan con un campo de visión muy amplio. Suelen ser 18 veces el diámetro de la Luna.
- Son mucho más cómodos de transportar que un telescopio. Muy útil para seguir un astro con relativa facilidad. Requieren menos preparación para su utilización.
- Poseen visión binocular que es mucho más cómoda que con un telescopio.
Más allá de centrarnos en analizar los distintos tipos de prismáticos que podemos encontrar en el mercado, vamos a ver rápidamente el funcionamiento básico de los mismos. En esencia, unos prismáticos recogen la luz en la lente objetivo. A continuación, pasan por uno o varios prismas que harán que la imagen se pueda ver recta. Finalmente, la luz nos llega a las lentes oculares, que son las lentes más cercanas a nuestros ojos.
En general hay dos tipos de prismáticos: de techo y de porro. por poner un ejemplo, la ilustación de la izquierda correspondería al tipo porro (dos prismas que están separados). El modelo porro es mucho más pesado y voluminoso que el modelo techo.
¿Qué prismáticos usar para Astronomía?
Desde luego, no estamos hablando de unos prismáticos "todoterreno" que se pueden adquirir en grandes almacenes, cuyo campo de visión puede ser muy estrecho y su aumento no es el más aconsejable para observar el cielo. Los prismáticos más aconsejables para Astronomía son aquellos en los que el haz luminoso se puede replegar a través de prismas para reducir el volumen. En efecto, no estamos hablando de los modelos más ligeros del mercado, pero el campo de visión será mucho más acorde a las actividades astronómicas.
A la hora de adquirir unos prismáticos debemos fijarnos en dos números que suelen pasar desapercibidos y que suelen venir en forma de "multiplicación": 8 x 30, 7 x 50, 10 x 60 o 12 x 80 son algunos de los ejemplos. Tal y como podemos observar en la siguiente imagen, el número final representa el diámetro de entrada de la luz en centímetros y el primer número representa el número de aumentos.
- Por ejemplo, unos prismáticos de 8 x 30 son unos prismáticos de 30 milímetros de diámetro y 8 aumentos. Este tipo de instrumento permitirán ver astros de hasta la 9º magnitud.
Cuidado: elección de aumentos
Desmontemos un mito. No porque unos prismáticos tengan más aumentos significa que vayan a ser mejores. En función de para lo que se quieran usar unos prismáticos será más recomendable tener en cuenta el número de la izquierda (aumentos, zoom) o el de la derecha (diámetro).
A mayor aumento (número de la izquierda) menor campo de visión y menor luminosidad se recoge en los prismáticos. Pero antes de continuar, debemos tener claro el objetivo de la compra o la adquisición: ¿dónde voy a usar los prismáticos?
- Si quiero analizar campos estelares, galaxias lejanas, nebulosas o cometas débiles se recomienda pensar en el diámetro del instrumento (número de la derecha). Puede ser interesante buscar unos prismáticos con 7 aumentos y 50 milímetros de diámetro o 7 x 50.
- Si lo que deseo es contemplar los rasgos de la Luna, Venus o incluso las lunas de Júpiter se recomienda mirar que el número de aumentos (número de la izquierda) oscile entre 12 y 15.
Para tomar una referencia precisa, unos prismáticos de 12 x 80 pueden ser muy pesados y molestos para las primeras observaciones. Por lo que se recomendaría empezar con unos de 7 x 50 (7 de aumento y 50 de diámetro). Los 50 milímetros de diámetro tienen un campo de 7º y nos permiten contemplar hasta astros de la 10º magnitud.
Entonces...
En definitiva, a la hora de comprar unos prismáticos para Astronomía, se recomienda mirar el campo y la luminosidad que recogerán o, lo que es lo mismo, el número de la derecha. Sí, no debemos llevarnos por la publicidad de los increíbles aumentos de un modelo u otro, sino más bien de que sean cómodos y factibles para una larga y bonita noche de observación.
Citando las palabras de Bourge y Lacroux (2014), unos prismáticos no son más que un colector de luz cuya misión es la de concentrar un haz de luz en el interior de un anillo ocular (scope) que suele medir entre 6,5 y 7 milímetros de diámetro. La decisión final de usar un modelo u otro debe radicar más bien en lo que se quiera observar y menos en el número de aumentos.
Fuente bibliografica
- Bourge, P., y Lacroux, J. (2014). Observar el cielo a simple vista o con prismáticos. España: Laurosse.
Jacob Sierra Díaz y Altair
Sección de Ciencias del Universo
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