AD ASTRA

sábado, 12 de marzo de 2016

CONFIESO QUE HE VIVIDO

POR QUÉ NERUDA



La sal del mundo se había reunido en México. Escritores exiliados de todos los países habían acampado bajo la libertad mexicana, en tanto la guerra se prolongaba en Europa, con victoria tras victoria de las fuerzas de Hitler que ya había ocupado Francia e Italia. Allí estaban Anna Seghers yel hoy desaparecido humorista checo Egon Erwin Kish, entre otros. Este Kiskh dejó algunos libros fascinantes y yo admiraba mucho su gran ingenio, su infantil entremetimiento y sus conocimientos de prestidigitación . Apenas entraba a mi casa se sacaba un huevo de una oreja, o se iba tragando por cuotas hasta siete monedas que bastante falta le hacían al pobre gran escritor desterrado. Ya nos habíamos conocido en España y como él manifestaba la insistente curiosidad de saber por qué motivo me llamaba yo Neruda sin haber nacido con ese apellido, yo le decía de broma:
-Gran Kish, tú fuiste el descubridor del misterio del coronel Red - famoso caso de espionaje acaecido en Austria en 1914-, pero nunca aclararás el misterio de mi nombre Neruda.
 
Y así fue. Moriría en Praga, en medio de todos los honores que alcanzó a darle su patria liberada, pero nunca lograría investigar aquel intruso profesional por qué Neruda se llamaba Neruda.
 
La respuesta era demasiado simple y tan falta de maravilla que me la callaba cuidadosamente. Cuando yo tenía 14 años de edad, mi padre perseguía denodadamente mi actividad literaria. No estaba de acuerdo con tener un hijo poeta. Para encubrir la publicación de mis primeros versos me busqué un apellido que lo despistara totalmente. Encontré en una revista ese nombre checo, sin saber siquiera que se trataba de un gran escritor, venerado por todo un pueblo, autor de muy hermosas baladas y romances y con monumento erigido en el barrio Mala Strana de Praga. Apenas llegado a Checoslovaquia, muchos años después, puse una flor a los pies de sus estatua barbuda. 




BIBLIOGRAFÍA (ISO 690)

FRANCISCA VALENZUELA, María. El día en que Pablo Neruda descubrió que había violado [Imagen JPG].

NERUDA, Pablo. Confieso que he vivido. Madrid: Unidad Editorial S.A., 1999. 384 p. Colección Millenium

VARONA, Mery. Praga [Imagen JPG]. España: Contando los sesenta.


Jacob Sierra Díaz

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